La clave del éxito en redes sociales siempre ha dependido del contenido creativo, del buen manejo de los comentarios y de los anuncios de pago para generar más visitas. Sin embargo, el problema con las redes sociales es que no lo son todo en tu estrategia digital.
En los últimos años se han ido desarrollando estrategias de mercadotecnia digital más robustas como el Inbound Marketing que se centran en el proceso de compra y ponen más atención en cada uno de los pasos que da el visitante cuando está en busca de comprar un producto o servicio. Esto hace que un individuo que comienza como un extraño a nuestra empresa, se convierta en un cliente y muy posiblemente en un promotor de nuestra marca.
Entonces, siguiendo la línea de lo descrito anteriormente pero aterrizándolo en Facebook, te comparto a continuación 5 razones por las cuales esta red social viene a ser más un complemento que el centro de tu estrategia digital.
Aquellos botones que orillan al visitante a realizar una acción se denominan «llamadas a la acción», en donde al dar click encima del botón, dirige al visitante a un lugar específico y lo acerca un paso a la siguiente etapa del proceso de compra.
Actualmente Facebook cuenta con algunas llamadas a la acción, pero quizá podríamos requerir una mayor variedad de opciones.
La importancia de atraer a los visitantes hacia nuestros medios digitales es obtener información de ellos, que nos permite seguir en contacto y motivarlo a comprar en un futuro. Este es un proceso de conversión que no puede darse de forma completa únicamente en Facebook.
Es por eso que para hacer obtener una conversión real, los sitios web cuentan con elementos como páginas de destino (landing pages) donde existe un formulario con el cual podemos intercambiar algo de valor para el cliente por sus datos de contacto.
Las páginas de destino (landing pages) son el lugar a donde te llevan las llamadas a la acción. Su función es obtener datos del contacto al entregarle a cambio un beneficio (ebook, contenido exclusivo, etc.) útil para su estilo de vida.
Facebook permite la segmentación de visitantes en un aspecto demográfico, pero no muestra que acciones han realizado dentro del sitio. Sin embargo en un sitio web o un blog alojado dentro de un sitio, tenemos la oportunidad de utilizar sistemas de análisis que se encarguen de esta labor, ya sea software analítico desarrollado por el sitio, u otras opciones halladas en la red como Google Analytics.
Las búsquedas dentro de Facebook no obedecen un patrón específico, a diferencia de un sitio que aparece en los motores de búsqueda más utilizados, en donde podemos optimizar el contenido de nuestro sitio para que de manera orgánica (no pagada) alcance los primeros lugares en los resultados mostrados.
Las palabras clave (keywords) dentro de una red social no son de mayor utilidad, ya que como antes se menciona, no entran dentro de los grandes motores de búsqueda. Su homónimo inerte son los hashtags, que siguen siendo parte del proceso de creación de contenido, más no de posicionamiento en número de visitantes.
Es cierto que podemos obtener grandes beneficios de Facebook, ya que sigue siendo una opción de marketing digital para quienes comienzan a publicitar una marca o un producto debido a la practicidad que ofrece y a los distintos formatos de contenido que presenta. Sin embargo debemos dejar de ver a esta red social como un fin y más como un medio para atraer más personas a nuestro sitio, dónde sí contamos con estrategias y herramientas para convertirlos en prospectos.
Al final del día, en el marketing digital lo que queremos es maximizar el retorno de nuestra inversión y para eso necesitamos estrategias que capitalicen el gran alcance que tienen las redes sociales.